La prosperidad es un término muy relativo; es muy subjetivo. Es un espacio en el que sientes que tienes suficiente para ti y que eres capaz de contribuir en donde más importa. En mi experiencia, la prosperidad es un flujo de riqueza en la vida. No es la sensación de alcanzar o lograr algo cuando llegas a una cifra en tu cuenta de banco o cuando logras una nueva identidad al convertirte en millonario o multi-millonario o billonario.
Nuestro cuerpo es uno de los primeros regalos que recibimos del universo. Nuestro cuerpo es nuestro para tenerlo a lo largo de toda nuestra vida. Respetarlo y cuidarlo es una extraordinaria práctica espiritual.
La inteligencia no solo es la acumulación de información. Es más importante la capacidad de la mente de poner atención. Solo a través de la atención es que el cerebro humano puede hacer conexiones entre piezas divergentes de información necesarias para desmenuzarlas en soluciones.